Comenzaron con 45 minutos de retraso sobre la hora fijada, así que a las 21'45 horas Lil' devil ya atronaba en nuestras cabezas. En el momento que vimos a Ian Astbury comprendimos el porque de la tardanza. Salió a escena completamente hinchado y cabizbajo, supongo que fruto del alcohol, dado que su voz no alcanzaba ciertas notas, además de dejarse en el tintero parte de las letras de la canción. Nos temimos lo peor.
Pero ahí estaba Bill Duffy para dar una vuelta de tuerca a cada uno de los riffs, haciendolos todos diferentes (como me gusta este gran guitarrista). Tocaron de todos los discos, el dream, love, electric, Sonic Temple y del último. Dejaron completamente desierto en cambio el disco Ceremony, del cual no se dignaron a tocar ningún tema, una gran pena, dado que hay 3 o 4 canciones sublimes. Aunque apenas llegaba vocalmente Ian, su compañero se salió. No vimos ningún tipo de complicidad entre ellos, supongo que seguiran con sus problemas internos, pero desde luego, nos fuimos a casa con una buena descarga de Hard rock en los oidos.
Anecdótico fué como Jonelo se acercó al concierto. Iba con una muleta solo apoyada sobre su mano izquierda, y parecía el cojo mantecas, o el típico yonki que lleva 4 lustros castigándose el body, jeje, dió bastante juego. Se quedó atrás con Iñigo y la tropa. Unas 1.300 personas, según el correo.
Ahora solo nos queda esperar a U2, que para mí será mi primera vez, por lo que tengo unas ganas terribles......
1 comentario:
Ya me había hecho a la idea de no ir y no sufrí mucho hasta que el viernes por la mañana los ví en el periódico, dios, que envidia, y encima jonelo me envía un mensaje cuendo empieza el concierto, cabronesss.
pena lo de astbury, para mi ha sido uno de los mejores cantantes de los últimos años
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